Una española en EL TREN DEL VINO (y Ginseng)



En mi viaje en Marzo de 2013 a Corea decidí hacer cosas que un turista pudiera no elegir hacer en su primera visita al país. En mi caso fue en la tercera visita (este año repetiré en mi cuarto viaje)

Una de esas cosas "excepcionales" fue el Tren del Vino. Lo vi curioso, es para pasar todo el día y sinceramente, a pesar de ir sola me lo pasé muy muy bien.

El precio fueron 93.000W (unos 65€ por persona) e incluye:
-Trayecto desde Seúl hasta Yeongdong en un lujoso tren (mas de 3 horas)
-Espectáculo en el tren (coreano e inglés) con juegos y premios
-Barra libre de vinos (4 tipos)
-Aperitivos en viaje de ida y vuelta
-Comida
-Tratamiento con vinoterapia en los pies.
-Espectáculo musical
-Visita a bodegas

Como veis no es que sea barato, pero hay suficiente actividad como para estar entretenido todo el día y que el viaje te parezca rentable (claro que la barra libre de vino ayuda bastante)

El viaje comienza desde la estación de Seúl (Seoul Station) en el punto de encuentro (Seoul Travel Center) a las 8.30AM de la mañana. Se paga allí mismo y puede ser con tarjeta de crédito.

The Wine Train (Photo: KTO)

Una vez dentro del tren ya podemos observar que no es nada usual. Todo muy recargado, con muchos de esos detalles que, nos gusten o no, nos encanta que estén para inmortalizarlos en fotos.






Mi asiento en concreto era un sillón individual comodísimo giratorio, asíque durante el vaivén del tren la sensación es mucho mejor que si el asiento es fijo.

Y comienza el viaje!

Lo primero que encontré en la mesa fue una copa de vino  y unas pegatinas divertidas que luego entendería para qué servían.


Esta es la lista de los 4 vinos que pudimos tomar a lo largo del viaje. 

Como nota curiosa (curiosísima) diré que lo primero que hacen es llenarte la copa con un poquito (un dedo) de vino. Es para probarlo, aunque claro la cara de "qué broma es esta?" no te la quita ni Dios. Después la cara vuelve cuando te das cuenta de este pequeño detalle: NO CAMBIAN LAS COPAS. Yo no soy muy entendida en vinos, pero aun así soy consciente de la aberración que supone usar una sola copa para todos los vinos. Blanco, tinto, dulce... Corea is diferent ;)

Durante esas 3 horas y pico el tren fue parando en algunas estaciones en las que se subirían más viajeros. Y entre tanto, un piscolabis!

Y entre tanto, un piscolabis!


Con el vino (tened en cuenta que el tren sale a las 9 de la mañana y ya empiezas a darle al drinking) empiezan los juegos del animador. La mayor parte es en coreano pero traduce bastante en inglés. Y aquí es cuando viene la real anécdota del día. Era inevitable fijarse en otro pasajero que también viajaba solo, como yo, solo que este señor llevaba a su lado un oso de peluche de metro y medio (así, discretito). En uno de los juegos el animador nos invitó a ponernos de pareja, ya que el juego era el de piedra, papel o tijera y ni yo con mi Barbie (sí, me llevé una, pasa algo?) ni el con su oso íbamos a llegar a buen puerto en el juego. Así que me cambié de sitio tras responder que no cuando el animador me preguntó si estaba casada. Y mientras tanto, dos chicos con cámaras y más gente alrededor... Os juro que yo pensaba que eran los que grababan el dvd del viaje para luego encasquetárnoslo!.


Efectivamente. No es una foto mía. No eran los que grababan el vídeo del viaje. No era un señor loco que viajaba con un oso de metro y medio. Era el actor Kim Kwang Kyu. Cosas de la vida, me vi en el episodio número 7 del reality I Live Alone de la cadena de tv MBC de Corea. Como veis, estaba que me moría de la risa pensando en lo surrealista de la situación...





Y tras la anécdota, prosiguió mi viaje.

Ya en la estación de Yeongdong bajamos del tren y nos suben a un autobús el cual nos hace un recorrido. Una de las paradas es en una bodega con aspecto de castillo donde nos dan un recibimiento en una sala, explicándonos la experiencia con vinoterapia que vamos a recibir. Nos dan unas zapatillas para que nos descalcemos y nos llevan a una sala a meter nuestro piececitos en vino.



Aquí seguían filmando el programa...

Luego vimos un concierto de una banda que tenía toda la pinta de ser de la zona. Estuvieron interpretando bandas sonoras de películas internacionalmente conocidas. Todo un detalle ;)




La comida incluida en el tour era un buffet libre en el que podías encontrar comida coreana y de otros países asiáticos. Con bastante variedad. Yo me senté con dos familias americanas cuyos maridos eran militares, super simpáticos. Lástima de mi inglés poco fluido, pero para contar un poco de nuestra España perfecto ;)


Después de la comida nos dejaron tiempo libre para andar por la tienda y el museo.






Y tras las compras, volvimos a subir al autobús, siguiente parada una cueva que hace las veces de bodega

Explicación en inglés a la que entre la oscuridad, la modorra de después de comer y todo el vino que llevaba, no presté mucha atención.

Siguiente actividad, una actuación de música tradicional coreana


Y para rematar, unas clases particulares de percusión con instrumentos tradicionales coreanos (otra excusa para las risas)




Fin de la visita. Volvimos al tren, a seguir bebiendo vino aunque yo ya estaba saturadilla (no era plan de desorientarme en Seul a la llegada estando yo solita)

Y de nuevo, el platito de snacks a modo de merienda y regalo de Ginseng



Consejo: Si vais de tranquilos, pillad el mismo vagón que yo. Si queréis fiesta pedid que os pongan en el vagón de los americanos. A mí a la vuelta me llevaron y parecía aquello una discoteca (incluidas tias bailando descocadas encima de los sillones). Lástima de batería que llevaba tiempo OFF y solo ha quedado inmortalizado en mi memoria.
















2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece fantástico!!, tú si que sabes disfrutar de un viaje ;-)

Gloria dijo...

Gracias Anónimo/a!!!